Coja un buen puñado de clavos grandes y métalos en una caja en la que apenas deberían caber. Esto le dará una idea del problema al que se enfrentan muchos fabricantes de este tipo de productos: un embalaje eficaz. Los clavos, pernos y otros productos metálicos largos que simplemente se dejan caer en una caja ocupan aproximadamente entre un 30 y un 40% más de espacio que cuando los mismos productos están bien alineados, como en una caja de cerillas. Los productos cuidadosamente envasados aumentan su volumen y se presentan de forma más atractiva.
Los fabricantes de envases suministran sistemas que lo hacen posible. Goudsmit Magnetics construye los imanes de orientación que utilizan.
Líneas completas de envasado
Las líneas de envasado para la industria metalúrgica y otras hacen posible envasar clavos, tuercas, tornillos y arandelas de una forma determinada. Esto se hace según las especificaciones y deseos del cliente. Los sistemas magnéticos Goudsmit se utilizan en tres puntos diferentes de estas líneas de embalaje. En primer lugar, los transportadores magnéticos de alimentación elevan las piezas metálicas. Esto ocurre a distancias de 2 a 3 metros, en vertical. La ventaja es que los productos se transportan de forma limpia, rápida y segura. Es importante que los productos salgan rápidamente de la cinta, lo que significa que no se necesita mucho tiempo para cambiar a otros tipos de producto. Esto reduce al mínimo los tiempos de cambio. Vea cómo funciona en este vídeo.
Alineación con un electroimán
Otro uso de los imanes Goudsmit es alinear productos durante el embalaje. Para obtener el menor volumen de embalaje posible, los productos se "alinean" mediante electroimanes a medida que caen de la cinta transportadora al embalaje. Esto significa que todos acaban en la misma dirección en el envase, lo que reduce el volumen en un 40% aproximadamente. Estos alineadores magnéticos desarrollados por Goudsmit son capaces de manipular unos 36 envases por minuto.
Tiempos de cambio cortos
Los tiempos de cambio de estos alineadores magnéticos son cortos. Esto es una ventaja para las empresas que quieren envasar una variedad de productos en el mismo día. No envasan las mismas cantidades durante todo el día. Esto significa que debe ser posible reconfigurar rápidamente el alineador de un producto a otro antes del envasado. Unos tiempos de cambio cortos suponen un ahorro de tiempo y dinero.
Después de embalar las piezas metálicas -como clavos, pernos o tuercas- en cajas, existe la posibilidad de que los propios productos también hayan sido magnetizados. Este es el tercer lugar en el que se utiliza una solución Goudsmit: los productos del embalaje pasan por un túnel de desmagnetización y ya no se pegan entre sí.
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