El Hyperloop es una alternativa al tren o al avión, pero sin costes energéticos, emisiones ni retrasos. Goudsmit suministrará los imanes para ello.
¿Qué es un Hyperloop?
Un Hyperloop es una especie de sistema de envío por tubo neumático que transporta personas y mercancías a gran velocidad. Dentro del tubo hay vacío; no hay resistencia del aire ni fricción. Esto garantiza que el Hyperloop alcance velocidades de 1000 km por hora. El objetivo es aún mayor: 1200 km por hora.
¿Es un tren Maglev?
No. Funciona de forma muy diferente al Maglev que opera en Japón, por ejemplo. El tubo contiene una cápsula o vaina que está suspendida de imanes, lo que la hace flotar. La electrónica regula el campo magnético para que la cápsula pueda desplazarse por el tubo y frenar.
Ventaja
Viajar con el Hyperloop es energéticamente eficiente, neutro en emisiones de CO2 y extremadamente sostenible. Nunca volveremos a estar atrapados en un atasco. Se calcula que el Hyperloop podrá transportar el doble de personas que un tren de alta velocidad. Otro aspecto importante es que podremos viajar en cualquier condición meteorológica, incluso durante tormentas, nevadas o lluvias torrenciales. Como la cápsula flota, no se desgastan los raíles y apenas requiere mantenimiento.
¿A dónde se podrá ir en el Hyperloop?
En 2030 debería haber en Europa una red de 10.000 kilómetros de tubos, junto a las actuales autopistas o vías férreas, que conecten las principales ciudades. De Suecia a Estambul y de Moscú a Málaga.
¿A quién se le ocurrió la idea?
A Elon Musk, el empresario estadounidense de Tesla, se le ocurrió la idea. En 2012 convocó un concurso para encontrar el diseño más realista. Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Delft ganaron el concurso y fundaron Hardt. Para los imanes se pusieron en contacto con Goudsmit Magnetics. Para su información: El propio Elon Musk está trabajando en un Hyperloop, al igual que Richard Branson. Este vídeo muestra más.
¿Qué hacen exactamente los imanes?
Los imanes se encargan de que la cápsula flote libremente en el tubo, la empujan hacia delante y le proporcionan estabilidad. Así no se zarandeará de un lado a otro ni siquiera a enormes velocidades o durante los cambios de vía.
Los imanes son inmensamente fuertes, porque los pasajeros y el equipaje juntos pesan bastante. Los imanes también facilitan el cambio de tubos, de modo que se puede girar a la derecha o a la izquierda a toda velocidad y sin paradas.
Hardt y Goudsmit han desarrollado juntos esta tecnología de cambio rápido. Van por delante de Tesla y Virgin: aún no pueden hacer esto.
¿Con qué problemas se encuentra Hardt?
La nueva y enorme infraestructura de tubos y andenes debe realizarse junto a la red ferroviaria o de carreteras existente. Ése es uno de los problemas. Porque para ello hay que expropiar terrenos y tramitar permisos.
Y, por supuesto, la financiación: Hardt necesita unos 25 millones de euros para la construcción de una pista de pruebas de alta velocidad de 3 kilómetros en Groninga. Aquí se construirá el nuevo Centro Europeo de Hyperloop. Los demás desarrolladores también serán bienvenidos allí. La seguridad es lo primero, por eso son importantes las pruebas exhaustivas.
¿Y Goudsmit Magnetics?
Goudsmit debe ser capaz de suministrar imanes suficientes a largo plazo. La base de los imanes superfuertes es el neodimio, un material de tierras raras que procede de minas chinas. Nuestro ingeniero de I+D ha calculado que una ruta de Hyperloop de Ámsterdam a Fráncfort requeriría más material del que las tres mayores minas de China pueden suministrar para esa ruta. Es demasiado poco, así que tenemos que buscar otras fuentes.
Es realmente fantástico poder contribuir como Goudsmit Magnetics a una forma de transporte rápida, cómoda y respetuosa con el medio ambiente entre grandes ciudades.
También puede leer este artículo en The Guardian.
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